Los señuelos que empleábamos eran swimbaits de vinilo (los clásicos pikis) ya que se pueden emplear en muchas capas de agua y su movimiento lento hace que algún lucio indeciso se arranque a por el, viéndolo una presa fácil.
Estuvimos varias horas sin respuestas claras, alguna leve picada, algún lucio que seguía el señuelo hasta el barco.
Al medio día conseguimos dar con la clave y el lugar donde pudimos disfrutar de muchísimas picadas, muchos de ellos se soltaban debido a lo mal que comían. Conseguimos algunas piezas buenas, por lo que nos dimos por satisfechos dadas las fechas.
Me fui contento para casa con el resultado y con la forma que había engañado a los lucios ya que es como más disfruto pescandolos.
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