Las rachas de viento eran muy fuertes y me movían de la postura a su antojo. Pescar con jig o con vinilo era un poco tontería ya que la linea se mantenía destensa y no me iba a enterar de picada alguna.
Empecé batiendo agua con una spinner pesada a baja velocidad batiendo orilla sin resultado alguno. Mi segunda opción era un Hart Absolut Minnow 10 con un jig head de 10gr.
A los pocos lances, note una leve retención, por lo que ni dudé en clavar. La caña se quedo completamente doblada y la linea empezó a correr hacia un lado. Tras una buena lucha, ya justo en el momento de ir a coger el pez, cerró la boca y pegó una carrera hacia el fondo consiguiendo librarse del señuelo. Pude rozar con los dedos a un bass muy bueno, de esos que cuando los tienes en la mano te tiembla todo de la emoción y los nervios. Nunca se sabe como es hasta que lo pesa, pero estoy seguro de que a los 2,5kg llegaría sin problemas.
Cuando ocurren estas cosas, siempre te quedas hundido, pero pensé, si he conseguido engañar a uno, fijo que puedo engañar a otro.
Me puse en modo concentración máxima y fui a una zona donde otras veces en situaciones similares han salido peces.
Tras unos cuantos lances pude notar una leve retención que enseguida desapareció, pero continué recogiendo despacio y lo volví a notar. Esta vez me dio tiempo a clavar y hacerme con un buen pez, no tan grande como el anterior, pero lo justo para quitarme el amargor e irme contento a casa, más que nada porque me lo había currado. Este se quedo en 2,130kg, mi segundo bass del año en la segunda jornada tras estos peces.
Una vez devuelto al agua, di por finalizada la jornada, ya que se había echo tarde y no estaba el día para aguantar mucho más.
Hace aproximadamente un mes, cuando recibí estos señuelos sabia que me iban a dar bastantes alegrías este año, de momento lo ha conseguido. Esperemos que siga la racha.
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