Hacía tiempo que Daniel David y yo habíamos planeado ir en
solitario unos días a por siluros a la zona de Zaragoza sin saber una fecha
exacta. Al final decidimos ir en Semana Santa y a falta de una semana hablando
con Ángel García dijo que él también se apuntaba. Ángel conocía a un chaval de
Zaragoza, Fabio, al cual yo conocía de haberlo visto alguna vez por foros
mostrando sus señuelos artesanales que son verdaderas obras de arte. Hablando
con él nos ofreció su casa para quedarnos allí y al final aceptamos.
Decidimos salir hacia Zaragoza el primer domingo de Semana
Santa a las 12 de la noche para estar allí el lunes por la mañana temprano y
aprovechar el día. Tras unas 7 horas de viaje llegamos a esta gran ciudad donde
conocimos a Fabio y a su hermano Alberto. Perdimos algo de tiempo ese día ya
que tuvimos que descargar el coche, pagar las licencias, etc. Al rato apareció
por casa de Fabio Jorge, quien nos iba a acompañar estos días de pesca junto a
Fabio.
Tras preparar todos los cacharros cogimos el coche y tiramos
para el gran rio Ebro con el objetivo de clavar los primeros siluros del año.
El rio iba muy bajo con lo que nos dijeron que la pesca iba a estar bastante
dura pero la ilusión y las ganas que llevábamos permitieron que no perdiésemos la
esperanza de enganchar un 2 metros.
Al poco tiempo de entrar en el agua Dani ya consiguió hacer
reaccionar a un siluro que no pudo clavar. Parecía que la cosa iba a estar
entretenida pero no fue así, estuvimos mucho tiempo si ni siquiera tener una
picada. Al llegar a una isla rodeada de muchas algas, a Fabio le mordió el pie
un siluro que andaría algo despistado.
Tras esto realicé un lance bastante
largo con un grub de FatCat y a las pocas vueltas de carrete note una fortísima
picada, clavé y salió del agua una gran cola de siluro el cual se puso a tirar
como si de una locomotora se tratara. La zona estaba repleta de sitios en los
cuales el pez se podía meter y liar la línea y tras un ratito de lucha me partió
el trenzado. Seguimos pescando y obtuvimos alguna picada pero ninguno se clavo
excepto un par de ellos de Dani de pequeño tamaño los cuales se desclavaron.
Al día siguiente decidimos hacer un descenso que nos recomendó
un guía de pesca de la zona alemán. La zona era preciosa y prometía, pero los
peces seguían igual de duros, obtuvimos bastantes picadas. Dani consiguió clavar
otro que prometía el cual se le volvió a desclavar y dado a lo mal que comían
solo pudimos sacar uno y de pequeño tamaño.
Para el último día de pesca Ángel hablo con Víctor Pellicer,
quien buen conocedor de la zona nos llevo a otro tramo del rio donde parecía
algo más activa la pesca. Las carpas estaban a punto de frezar cosa que debería
activar a los siluros, pero el agua estaba demasiado clara con lo que no comen
bien ya que sus presas los detectan fácilmente y prefieren no gastar energía.
Así y todo nada mas meternos en el agua Dani clavo un bonito siluro con el cual
se pudo hacer tras unos largos 15 minutos de lucha que midió 1,55cm con el cual
disfrutamos todos.
Tras esta buena captura (por lo menos para nosotros jeje)
seguimos pescado y obtuvimos varias picada pero seguían comiendo fatal con lo
que otra vez solo pude clavar uno y de pequeño tamaño.
Una cosa que me sorprendo muchísimo fue la agresividad de
las carpas, jamás podría haber imaginado que iba a sacar una carpa kilera con
un grub de semejante tamaño.
Casi a punto de irnos Fabio y Jorge lograron hacerse con un
siluro cada uno y dimos asi por finalizada la última jornada de pesca.
Esa noche decidimos descansar para estar frescos para el
viaje de vuelta.
Al levantarnos Fabio y su novia María nos hicieron de guías turísticos
por el casco antiguo de Zaragoza.
A pesar de no haber sacado a penas peces nos lo pasamos de
lujo, pudimos comprobar la fuerza de estos “animalitos”, conocimos a gente fantástica
y una ciudad muy bonita con lo que el balance es positivo.
Me gustaría agradecer de mi parte y de la de mis compañeros
Dani y Ángel a Fabio y a su familia su hospitalidad, el trato fue excelente y
la comida una pasada, a su perrito Argos por esos buenos ratos que nos hizo
pasar y a Jorge, Víctor y Fabio por hacernos de guías y orientarnos en la pesca
de este magnífico pez.
Fenomenal la crónica Javi, sin duda alguna los pasamos de escándalo, y esperamos que bajeis a vernos y esta vez nosotros os haremos disfrutar de lo lindo. Un saludo a todos, y enhorabuena Javi por tener un blog cada vez mas suculento.
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