martes, 6 de junio de 2017

Una tarde más que entretenida


Hace unos días me dispuse a pasar la tarde en el pantano y así desconectar un poco de los apuntes. La idea era ir a por gatos de canal, los cuales en días anteriores me habían hecho pasar muy buenos ratos, pescarlos con cañas para finesse como la Boushido 7´ Finesse es un disfrute enorme. Por si acaso eche alguna caña para pescar barbos.

Nada más llegar me dirigí hacia el punto donde tengo localizados los peces gatos y no tardaron mucho en responder, en pocos minutos me hice con 2, por lo que decidí dar una vuelta en busca de barbos para dejar descansar el sitio. Buscando bancos de alburnos con la sonda no tardé mucho en dar con los barbos. Nada más bajarles un pequeño swimbait de vinilo no dudaban en atacarlo, pero no notaba retención alguna, posiblemente le dieran con el hocico para aturdir a la presa por lo que clavar uno era un tarea complicada.

Insistiendo pude hacer algunos y volver a los gatos. Una vez más tras sacar algún que otro pez gato volví a dar una vuelta y esta vez mi señuelo se quedo bien frenado y enseguida me di cuenta de que no se trataba de un barbo, apareció de repente en la superficie un bass de esos que te cortan la respiración y tras alguna carrera, volvió a saltar cerca del sikkario logrando liberarse del señuelo. Esto me hundió bastante y volvi a por los gatos.

Mientras miraba la sonda buscando alguna actividad de estos peces, no paraba de pensar en el bass, así que cogí el equipo con el que me había picado el bass y me fui en busca de alguno, no me podía ir con esa espinita clavada.

Insistiendo e insistiendo, por fin llego la ansiada picada, esta vez no se iba a escapar y en efecto, conseguí llevar un precioso bass hasta mis manos. Tras liberarlo seguí con ellos y pude hacer alguno que otro más kilero, por lo que ya me daba por satisfecho.

Justo cuando se oculto el sol, la caña volvió a quedarse clavada y una gran boca rompió la superficie con mi señuelo dentro de ella, se trataba de otro gran bass con el que me pude fotografiar.

Ya prácticamente de noche, lance un jerk a la orilla. A los pocos toques de caña noto en una parada un ligero toque que me puso en alerta y a los pocos toques más noto una retención y no me lo pensé dos veces para clavar. El pez hizo un sprint y de repente pierdo toda la tensión. Me quedé mirando y a los pocos segundos veo un gran bass saltar, dolido por el pinchazo de las poteras. Esta vez me dio más igual ya que había hecho dos peces buenos y 3 especies distintas en pocas horas.